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CRÓNICA de las Policañas 19/05/2018: Estigma y salir del armario

La no monogamia ética es una cuestión sobre la que existe aún mucho desconocimiento e, incluso, bastante rechazo por parte de la sociedad. Por eso, las personas que elegimos este modelo a menudo sentimos reparos en dar a conocer nuestra opción relacional por temor a ser estigmatizadas en los distintos entornos en los que nos desenvolvemos.

Las pasadas Policañas pusieron el foco sobre este tema, con intención de analizar las distintas problemáticas a las que se enfrentan aquellas que deciden ‘salir del armario’ y de compartir herramientas y estrategias para facilitar la tarea a las que se estén planteando contar cómo son sus relaciones.

Una vez más, el CS La Ingobernable albergó este encuentro, que se celebró una semana más tarde de lo habitual debido a que Poliamor Madrid se sumó a la manifestación ‘#12M Madrid no se vende’ que tuvo lugar el sábado anterior.

Primer paso: la autoaceptación

Una de las primeras cuestiones que comentaron las personas asistentes fue que la iniciativa de salir del armario no solo se lleva a cabo hacia las demás, sino también hacia una misma. Antes de pensar en contar a otras que hemos elegido el poliamor como modelo relacional, debemos tomar conciencia con nosotras mismas, ya sea porque lo hayamos sabido desde siempre o porque nuestra deconstrucción personal nos haya llevado a dicha conclusión.

Después de esa salida del armario con una misma, la más difícil es con la pareja con la que se inició una relación monógama, por el dolor y el miedo que puede generar. Normalmente, resulta más fácil hablarlo con gente de confianza y más complicado con la familia. Y con respecto a las potenciales parejas, las participantes manifestaron un amplio consenso en torno a contarlo cuanto antes, por la sensación de libertad que proporciona y de felicidad cuando nos aceptan.

A la hora de presentarnos ante otras como poliamorosas, puede frenarnos el temor a ser incomprendidas o rechazadas. Existen numerosos prejuicios que dificultan la comunicación y el entendimiento. De ahí que muchas personas que se sienten más vulnerables se obliguen a permanecer en el armario para no correr el riesgo de perder su entorno cercano y quedar aisladas.

No obstante, las que deciden contarlo dan un gran paso hacia la autoaceptación. Hablarlo abiertamente ayuda a sentirse mejor con la propia condición y, en ocasiones, se da un efecto dominó que, de manera paulatina, hace posible la visibilización completa.

Aceptación externa: sal de sus etiquetas

Hasta llegar a esa visibilización total, nos podemos encontrar con un amplio abanico de escenarios, como pueden ser la aceptación parcial (“lo respeto para ti pero yo esto no lo podría hacer”) o la incomprensión total (“eso es vicio”, “no os queréis”, “no os habéis enamorado”, “tú lo que quieres es tener varias parejas sin compromiso”…).

Las personas que solo conocen la monogamia a menudo lo ven como infidelidad aceptada y se sienten amenazadas interiormente porque sienten cuestionados sus valores. En general, es importante intentar salir de las etiquetas mentales que nos pongan las demás.

En las Policañas se mencionaron varias estrategias para ayudarnos a revelar nuestra opción relacional, como por ejemplo hacer una primera aproximación al concepto mediante ejemplos y responder las preguntas que se planteen, o también desnormalizar la monogamia y normalizar la no monogamia. Asimismo, se practicó un role-play para escenificar situaciones en las que alguien sale del armario ante su pareja, amigos, familia, etc.

Valora la pertinencia de contarlo

El estigma que puedan colocarles al mostrarse como poliamorosas es uno de los aspectos que más preocupan a las personas que participaron en el encuentro. Que puedan no tomarlas en serio, que las etiqueten como incapaces de mantener una relación estable, que su situación laboral resulte afectada o que les provoque exclusión, hostilidad o incluso agresiones machistas son algunos de sus principales temores a la hora de salir del armario.

Por eso, aunque la honestidad con una misma es importante, no podemos arriesgarnos a que ciertos ámbitos de nuestra vida se vean perjudicados. En función de la pertinencia o necesidad de que lo sepa nuestro entorno, debemos decidir qué batallas queremos librar y cuáles no, siendo sinceras pero sin exponernos, porque no es imprescindible —ni deseable— contarlo ante quien no quiere escuchar.

La salida del armario, por otro lado, puede tener un sentido activista. Puede servir para visibilizar, normalizar y reivindicar nuestra realidad ante la sociedad.

Por último, en las Policañas de mayo volvió a ponerse de manifiesto que el género es un factor diferencial muy importante también en este caso. No es lo mismo salir del armario siendo hombre que siendo mujer, ni tampoco es igual el estigma que puede suponer para unos y otras. La sociedad heteropatriarcal en la que vivimos otorga privilegios a los hombres en esta cuestión.

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