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Conclusiones reunión Polipalike 14 de enero de 2023

El pasado sábado 14 de enero nos reunimos en nuestro segundo Polipalike, en el que todes les asistentes debatimos sobre la divulgación de contenido sobre no monogamias.

Aquí os dejamos un resumen de las conclusiones del debate.

Sobre quiénes divulgan o generan contenido

Consideramos importante que las personas que divulgan contenido sobre no monogamias tengan cierta base de conocimiento teórico, y que sean personas que viven las no monogamias.

Aunque les divulgadores no tienen que ser necesariamente profesionales de un sector en concreto y creemos que es importante desinstitucionalizar la no monogamia, entendemos que las personas que no comunican desde un mínimo de formación, relatarán su discurso más en base a sus experiencias personales. Estas no deberíamos tomarlas como referentes, porque pueden estar contaminadas incluso de dinámicas monógamas.

Hay personas que, debido a sus otros privilegios, posición o habilidades, se convierten en referentes y pueden llegar a grandes medios, de manera que consiguen mucha visibilidad delante de grandes audiencias. Hay que tener en cuenta que cuantos más privilegios acumula la persona, menos se le suele revisar su discurso.

Existe una especie de institucionalización de las no monogamias en la que una élite (que en su mayoría acumula privilegios de raza, clase, etc.) crea etiquetas y contenidos no siempre accesibles, que a veces hasta nos sobran, y que incluso son clasistas: están creados sobre todo para personas de un status medianamente alto. Es difícil que las personas se identifiquen con las etiquetas que son difíciles de entender. Todo esto complica el acceso a la información, y a la vez mantiene ese halo de elitismo en torno a quienes viven en no monogamia, como si fuera algo que solo unes poques con muchas y bien trabajadas habilidades pueden practicar. 

Consideramos que hay mucha necesidad de empezar a comunicar desde una posición más humilde, que se expliquen los conceptos como las cosas sencillas que en realidad son, y con más apertura para que los contenidos puedan llegar a todo el mundo.

Es prácticamente ya cultura del movimiento no monógamo que muchas de las personas que generan contenido sobre no monogamias sean blancas y de «lo comúnmente o normativamente considerado cómo» clase media/alta, que muchas veces hablan desde la experiencia personal y no se enfocan en desmontar nada, sino solo en llegar a más gente y tener más éxito. Se aprecia mucha mezcla en estos perfiles de experiencias personales afectivas y/o sexuales con la divulgación de contenido o información sobre las no monogamias.

Percibimos cierto sectarismo y amiguismo sobre todo en los contenidos generados en redes sociales. Cierta élite de personas privilegiadas en otros aspectos (importante aclarar que ser no monógame nunca es un privilegio) que ligan un montón y tienen mucho éxito. Nos parece preocupante que esta sea la imagen de les divulgadores en no monogamias.

Esto se deja ver claramente en las dinámicas de quiénes referencian a quiénes. No se cita a quienes no tienen recursos para publicar un libro o no se posicionan abiertamente como creadores de contenido en otros espacios. Pero no debemos olvidarnos de que aunque no tengan esta posición visible, todas las personas de la comunidad no monógama tienen una opinión o discursos que pueden ser tan válidos como los de quienes sí se muestran públicamente.

Creemos que, en algunas ocasiones no se citan referencias porque gran parte del conocimiento proviene del trabajo en la comunidad, de una generación de conocimiento colectivo.

Sobre el tipo de contenido que se genera

Hay dos tipos de contenido que no siempre encontramos bien diferenciados: contenido sobre experiencias personales o la práctica de las no monogamias por un lado, y la teoría sobre no monogamias por otro. Consideramos que debería haber una diferencia clara entre estos dos tipos.

El contenido sobre experiencias personales o la práctica sirve para aprender y ver ejemplos que nos pudieran servir para gestionar las relaciones.

Vemos mucha falta de contenido:

  • Guías y formaciones para niñes y adolescentes, que no sean las redes sociales quienes hagan el trabajo que se debería hacer en el colegio o instituto.
  • Historias sobre referentes.
  • Más contenido sobre la anarquía relacional.
  • Más crítica a la monogamia y sus violencias. El discurso que se ha construido desde esa élite no monógama no suele atacar a la monogamia, pero sentimos que esto es una carencia. No hay prácticamente contenido sobre las violencias monógamas, poques se enfocan en desmontar al sistema opresor.
  • Más investigación centrada en el estudio de las no monogamias, para rebatir las falacias existentes alrededor de que la monogamia es natural.
  • Más contenidos de entretenimiento relacionados: series, películas, libros, etc. El no tener representación en este tipo de formatos, creemos que contribuye a mantener el prejuicio de la sociedad hacia las no monogamias. El poco que existe no representa la realidad y a veces genera más prejuicio.
  • No percibimos que haya suficiente contenido ni teoría políticos, prácticamente solo contenido sobre práctica de las no monogamias.
  • Contenido sobre tipos de gestiones y cuidados provenientes de otras sociedades donde se lleva practicando la no monogamia desde hace mucho, como pueden ser las sociedades islámicas.

Divulgar es hacer sencillo lo difícil. Las no monogamias no son complicadas, pero vemos que las estamos mostrando como complicadas para darles una entidad diferenciada y validarlas.

Corremos el riesgo de terminar normativizando las no monogamias al centrarnos en definiciones y etiquetas que se toman como prescriptivas. Creemos que las no monogamias se deben relatar como oposición a la norma monógama para que el espacio que ocupan incluya toda la diversidad dentro de ellas.

Existen muchos contenidos sobre modelos relacionales pero luego, aplicado, puede ser muy difícil, hay cosas que no encajan de la teoría a la práctica. Además, sobre los pocos discursos más teóricos que existen, hay diversidad de ideas porque provienen de diferentes propuestas relacionales y no apreciamos una homogeneidad. 

Se habla mucho de no monogamias en vez de criticar la monogamia que es el problema, porque es impuesta y limitante. A veces generamos contenidos desde el complejo, simplemente esperando que nos validen. Esto supone un problema porque no se está poniendo el foco en la crítica a la monogamia.

Las etiquetas están muy vacías si no les ponemos contenido político. Necesitamos espacios politizados donde poder deconstruir las etiquetas que tenemos. Como casi no hablamos de la opresión en los contenidos disponibles, no hablamos de la monogamia. Usamos mucho las nuevas etiquetas creadas en vez de entender cómo funciona el mundo y señalar la opresión que genera la mononorma. Creemos que se puede desaprender, saber identificar patrones y empezar a desconstruirlos sin necesidad de hacerlo desde la élite no monógama y los términos en los que se expresa.

Creemos que es importante que exista un espacio de destrucción de la norma, a la vez que se construye el discurso de no monogamias, para no caer en replicar sus conceptos y dinámicas.

El contenido que se ve en redes sociales no tiene mucho alcance más allá de la comunidad no monógama. Tenemos la sensación de que mucho de lo que se genera es para autovalidarnos y la autocomplacencia, pero no está contando nada nuevo y no aporta al discurso teórico de las no monogamias, que es prácticamente inexistente. Aunque entendemos la función de validación, ya que nos ayuda de alguna manera a generar comunidad frente a la negación que nos encontramos fuera de ella.

Necesitamos que las fuentes de contenido tengan más visibilidad y estén más conectadas entre ellas, para que encontrar la información sea mucho más sencillo. No todos los contenidos de redes sociales nos aportan, y tenemos que investigar para encontrar otras fuentes.

En su mayoría, el contenido que se está generando se crea desde una perspectiva muy alosexual, y en muchas ocasiones esto supone tener una gran cantidad de contenidos acefóbicos disponibles, pero que son considerados como válidos por la mayoría de la audiencia.

Con todo esto, vemos mucha falta de propuestas políticas para que los partidos lo visibilicen y se puedan convertir en propuestas de leyes que comiencen, ya no a destruir la monogamia como sistema, sino al menos a trabajar en algunos primeros derechos para las personas que viven desde la no monogamia.

Sobre la capitalización del contenido

Sabemos que el contenido se va a capitalizar, porque se publica en espacios específicos dentro del sistema, lo que provoca que para llegar a audiencias más grandes, el discurso se crea muy moderado y se pierde todo el contenido más político.

Las plataformas sobre las que se publica el contenido en internet hacen que se vea más lo que más se parece a la norma porque es lo que más se consume y más éxito tiene, así que mucha gente tiende a divulgar discursos que les van a hacer ganar dinero, seguidores o validación.

Debido a la manera en la que se consume el contenido hoy en día, sobre todo en redes sociales, el contenido más politizado no tiene el mismo calado que el contenido que pueda ser más liviano y ameno.

Sobre la generación de contenido colaborativo o participación en los discursos

Como consumidores de contenido, consideramos que tenemos poca voz dentro de estos discursos públicos. Cuando en redes sociales (donde existe la capacidad de proveer feedback) se señalan cosas que pueden estar mal en el contenido, la tónica más habitual es silenciar y/o bloquear a las personas que cuestionan.

Con todo esto, estamos generando contenido de consumo rápido donde no hay espacio de reflexión ni aunque se proponga por parte de les consumidores. 

Aunque entendemos que hay una gran parte de responsabilidad en les generadores de contenido, como consumidores tenemos también parte: al igual que denunciaríamos racismo o apología de la violación al verlos, podemos denunciar la apología de la mononorma. Pero esto es algo que no se está haciendo.

Al fin y al cabo, siendo creadores o consumidores de contenido, no estamos saliendo de la lógica del sistema. Pero nos preguntamos: ¿es necesario que todes generemos contenido?

Internet podría tener otro uso para generar comunidad. Y, aunque exista la tendencia consumista, creemos que se pueden crear espacios de consumo de contenido más responsable.

Encontramos muchas dinámicas de validación de consumidores a generadores de contenido: bien por la popularidad, porque es una persona a la que apreciamos, etc. En estos casos siempre hay una ausencia de mirada crítica y no construye ni aporta nada nuevo al contenido.

Vemos problemático ver los contenidos como productos de consumo, pero a la vez sentimos algo más democrático el espacio de redes sociales porque cualquiera puede expresar su discurso en medios. En este caso, quizás podemos apreciar que las redes sociales conforman más bien un entramado de discursos.

Hay otro tipo de contenido que no tiene visibilidad amplia: el discurso que se hace en la vida diaria, no en medios de comunicación. Lo apreciamos como más democrático que los discursos desde la autoridad de las élites de las no monogamias. Aunque a veces es complicado llevarlo a cabo por los prejuicios, el estar en el armario, etc.

Creemos que una buena estrategia para paliar los efectos de las lógicas de consumo que aplican en los formatos de medios de comunicación es trabajar mucho más en el boca a boca y las comunicación entre personas.

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