Ámbito de aplicación
El consentimiento se aplica no solo a las interacciones sexuales, sino también a:
Interacción física no sexual
Saludar con algo de contacto físico, abrazar, compartir alimentos o bebidas, tocar tatuajes o el pelo, rociar con agua o cualquier otra acción que pueda afectar el estado físico de una persona.
Interacción con el espacio personal, privado o íntimo
Curiosear los objetos personales de otra persona, interaccionar con ellos, habitar el espacio personal cercano o privado de esa persona, sea con ella o sin ella, o realizar acciones en dichos espacios. Un ejemplo podría ser cocinar algo para otra persona con sus utensilios y alimentos. Releer sus libros, observar sus fotos expuestas (o no expuestas), o realizar preguntas sobre su espacio personal con una expectativa de que tenga que haber respuesta sobre estas cuestiones.

Comentarios y valoraciones sobre la persona
Cualquier opinión sobre la persona, su cuerpo, personalidad, apariencia, capacidades, identidad (incluso siendo una valoración positiva). En caso de que no se haya pedido la opinión, es necesario preguntar previamente a la persona si puedes hacer un comentario o una valoración sobre el aspecto en cuestión, y esperar a la respuesta.
Captura de cualquier registro digital o analógico sobre las personas
Sacar fotos, grabar audios o videos, transcribir palabras literales de una conversación o exposición, etc.
Exposición en público (presencial o digital)
Compartir y comunicar con una o varias personas, sobre las vivencias de otra persona, sobre su realidad, emociones o intimidad.
Conversaciones y otras interacciones no físicas
Las personas tienen diferentes reacciones emocionales frente a diferentes estímulos. Por sencilla que parezca una conversación, si no se tiene consentimiento, no se debe continuar.
Comportamientos que pueden sentirse violentos al presenciarlos
Para algunas personas puede ser sensible presenciar o intuir que una acción específica está ocurriendo por muchos motivos diferentes. Aunque esto puede variar de persona a persona, está bien preguntar antes por el consentimiento. Algunos ejemplos de actividades potencialmente sensibles para terceras personas son: las prácticas BDSM (sexualizadas o no), el consumo de productos de origen animal, el consumo de drogas (legales o ilegales), las discusiones con tonos violentos, etc.